A hablar, según me ha contado mi madre, comencé sobre los dos años, diciendo las típicas palabras que un niño dice ( mamá, papá, tete, agua...). Rondando esas edades, mi hermano mayor siempre fue mi modelo a seguir, y recuerdo también repetir palabras inventadas que él me decía; colegoncho, machacahuesos, menshopoporter...) y me enseñaba canciones con coreografías (ambas inventadas por él) y las repetíamos.
A escribir, empecé con el resto de mis compañeros, en infantil. Primero, mi profesora me enseñó las letras, y después, en tercero de infantil, comencé a escribir pequeñas frases, y, más tarde, poesías.
Aún conservo una poesía que le escribimos a nuestras madres por el día de la madre:
Qué inmensa alegría, ¡qué felicidad!
Al fin he podido escribir mamá
Esa palabrita, tan dulce y tan tierna
la escribí muy clara el día de tu fiesta
¡Felicidades mamá!
A menudo mis padres me reforzaban lo que aprendía en el colegio, y recuerdo usar cuadernos de ortografía y algún que otro llanto en el colegio. Un día teníamos que copiar una poesía y a mí no me salía, me mandaron repetirla unas tres veces, y cada vez que volvía a empezar, las lágrimas empapaban el papel y me regañaban de nuevo. Recuerdo ese día como uno de mis primeros días tristes.
A continuación os dejo un video de mí de pequeña escribiendo :)